Cuando el sol se esconde – Prólogo.
Tic, tac, tic, tac…
El reloj de la tienda se detuvo inesperadamente, faltaban quince minutos exactos para las siete de la noche.
Un lejano espectador se oculta entre las sombras, observando a una joven cerrar su floristería, detallándola, de arriba abajo, concentrándose repentinamente en unas verdes venas que se divisaban bajo la traslucida piel.
¿Cómo podía captar esos detalles?
Simple; su visión se lo permitía, podía verla como si la tuviera justo al frente.
La joven empieza a caminar, sintiendo algo tras de sí, pero no se voltea a verificar, en cambio, cruza a la izquierda a la solitaria calle que siempre toma como atajo para llegar más rápido a su departamento.
El espectador se ha convertido en un acechador, una sonrisa cínica y hambrienta adorna su rostro, es la hora punto.
El sol se ha escondido.
Y él está hambriento.
Los pasos de la chica son los únicos que se escuchan, los de él se han convertido en pasos mudos, pasos que no pierden pisada alguna de ella.
Empieza a hacer frío y Danna –la joven- se cruza de brazos y apura el paso.
La sombra de una pared era el escondite del asechador, que sin darse cuenta; estaba dos metros lejos de ella.
Danna voltea repentinamente, entonces, lo ve.
Un jadeo se apodera de su garganta y sus pies han sido obligados por una extra compulsión mental a quedarse clavados en el piso; no puede correr.
Él ladea la cabeza, mirándola fijamente, aun sonriendo.
Algo afilado sobresalió de sus labios; Unos perfectos colmillos.
Esta tan cerca que puede oler su miedo, huele sus ganas de huir… Y con eso, simplemente con eso, su instinto depredador ha sido activado completamente.
Pero algo ocurre, en una sola fracción de segundo todo cambia.
Él ha dejado de ser un acechador y ella, Danna, se le ha colgado en la espalda con un movimiento demasiado rápido.
-Sangre se paga con sangre –Dice la joven amenazadoramente, clavando en la piel del cuello de su asechador unos afilados y desgarradores colmillos-, y las confusiones cuestan caro –agrega luego bajándose del cuerpo ahora inerte.
Ahora ella es la que sonríe satisfecha, sus técnicas nunca fallaban.
No hay compulsión que pueda obligarla, no hay regla que pueda detenerla, no hay vampiro que logre asustarla.
Ya que, los suyos ya no le deben lealtad a nadie, no se ven atado a nadie, están libres de defenderse y, están totalmente libres de tomar lo que quieran en la tierra; incluso la sangre de los de su mismo tipo.
Porque eso es todo lo que importaba; Sangre… Sin importar quien se interponga o el precio que se page por ella.
Un cuarto para las siete, la hora en que él sol se ha escondido y… Los vampiros salen a jugar, a cazar.
2 comentarios:
Me gustó...es totalmente diferente a lo que he leído hasta ahora. Me gustan las protagonistas fuertes y decididas...no hay nada más latero que una mujer débil y llorona!!
Espero con ansias el primer capi.
Cariños
K
Me encantó la vuelta que dio todo en el último momento, simplemente no me espera que ella fuese un vampiro. xDD ¡Ya me has atrapado! Ahora no me dejes :D
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